El árbol de los farolillos es una frondosa de hoja caduca, que soporta muy bien las heladas y las altas temperaturas.
La exposición debe ser soleada, suelos profundos y bien drenados. Riego moderado, muy resistente a la sequía. Es un árbol de bajo mantenimiento.
Florece entre julio y agosto, flores en forma de panícula.
Frutos en forma de farolillos en otoño, se mantienen en el árbol durante bastante tiempo. En sus semillas hay saponina, utilizada como limpiadora para realizar jabones.
Se utiliza en alineaciones de calles pequeñas, y como ejemplares aislados.