Es una planta crasa tapizante que tolera la sequía, el sol y las bajas temperaturas.
Florece en invierno y principios de primavera, posee una flor de color amarillo muy llamativa.
Alcanza poca altura, entre 10 y 15 centímetros.
Sus hojas se vuelven rojizas con el frío.
Precisan de un suelo con un buen drenaje.
Se utiliza en jardinería como planta de rocalla y tapizante, por su escaso mantenimiento.