Una de las tareas que hay que realizar en todas las estaciones del año es la limpieza de las plantas de flor.
La misión de toda planta es la reproducción, para ello florecen. Si nosotros eliminamos las flores marchitas antes de que fructifiquen, las plantas seguirán floreciendo para conseguir su propósito, fructificar y por lo tanto reproducirse. En el momento que lo consigan, su floración será menos abundante, por ello es importante evitarlo y así tendremos una floración más abundante.
Además podemos ayudar a la planta cortando las hojas secas, de esta forma, la planta utiliza sus reservas en la floración y en el crecimiento, y no en mantener las hojas secas o deterioradas. Para eliminar correctamente las hojas se deben de quitar enteras, cortando las hojas lo más próximamente posible a la planta. Es importante que retiremos bien todos los restos porque si no lo hacemos los restos que dejemos indebidamente se pudrirán y llamarán a los hongos y a los insectos indeseados, pudiendo producir la muerte de la planta. En algunas plantas este aspecto es muy importante, ya que son propensas a tener pudriciones, como es el caso de la prímula.
La flor se debe de quitar entera, ya que si se retiran sólo los pétalos de la flor, no eliminando los órganos reproductores la planta termina fructificando igual. Para realizar la operación correctamente hay que seguir el pedúnculo de la flor y cortarlo lo más próximo posible a la planta.
En las imágenes que adjunto a continuación se puede observar mejor.
En estás imágenes se pueden observar los botones florales de la prímula que son futuras flores, hay que tener cuidado y no dañarlos.
El resultado final de la limpieza es satisfactorio, se puede observar la diferencia entre la fotografías iniciales y el resultado final, así tendremos más flores próximamente.