El jacinto (Hyacinthus spp.) es una planta bulbosa cuya plantación se realiza a mediados de otoño.
Florece al final del invierno o principios de primavera si lo
plantamos en el exterior; si lo mantenemos en el interior, al forzar la
floración, ésta se puede adelantar a mediados del invierno. Es una floración
muy vistosa y olorosa.
Requiere de
un suelo drenado, un riego moderado para evitar podredumbres y sol, o en su
defecto luz (si está en interior).
Cuando la
flor se marchite y las hojas se sequen se deben de cortar y desenterrar el
bulbo, limpiarlo bien de restos de tierra y guardarlo en un lugar oscuro y seco
envuelto en hojas de periódico.